Estudio revela comportamiento temerario de los conductores en Chile
Las autoridades urgen a aumentar la fiscalización para reducir los accidentes viales.
Un reciente informe elaborado por el Automóvil Club de Chile ha encendido las alarmas respecto al comportamiento de los conductores en las calles del país, específicamente en la ciudad de Santiago. El estudio tiene como objetivo evaluar el nivel de transgresión de los conductores y su percepción de los riesgos en sus desplazamientos diarios, y los resultados son profundamente preocupantes.
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El informe reveló que un porcentaje significativo de conductores no solo incumple con las normativas viales, sino que también manifiestan actitudes peligrosas y temerarias al volante. Entre los comportamientos más inquietantes se encuentran el exceso de velocidad, el uso de teléfonos móviles durante la conducción, el consumo de alcohol y otras sustancias mientras se maneja, y el desconocimiento o indiferencia ante señales de tránsito fundamentales.
Este estudio fue realizado a través de encuestas aplicadas a 500 automovilistas de diferentes comunas urbanas del Gran Santiago, quienes admitieron de manera directa su falta de compromiso con la seguridad vial. Estas respuestas han generado una serie de interrogantes sobre la cultura vial en Chile y el rol de las autoridades en la implementación de políticas eficaces para frenar este tipo de conductas.
Los resultados del estudio: cifras alarmantes
El informe arrojó una serie de datos que dibujan un panorama inquietante. Entre los principales hallazgos, se destacan:
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- El 56% de los conductores reconocen cometer una o más infracciones de tránsito al día.
- El 71% admitió transitar a exceso de velocidad en la ciudad si tienen la certeza de que no hay fiscalización.
- El 20% considera que no es grave conducir con alcohol en el cuerpo.
- El 35% justificó el uso de teléfonos móviles durante la conducción en determinadas situaciones.
- Solo el 45% de los automovilistas trata de respetar la Ley de Tránsito en todo momento.
Estos datos reflejan que más de la mitad de los conductores son conscientes de que cometen infracciones a diario, lo que demuestra una cultura de permisividad y desinterés por cumplir las normas básicas de seguridad vial.
Alberto Escobar, director de Movilidad del Automóvil Club de Chile, expresó su indignación ante estos resultados. En sus declaraciones, fue tajante al señalar que "las autoridades en Chile no pueden seguir llamando al autocuidado para frenar los siniestros viales, eso no es una política pública y jamás lo será". Con estas palabras, subrayó la necesidad urgente de que el Estado asuma un rol mucho más activo y decisivo en la implementación de políticas viales efectivas.
Escobar destacó además que los chilenos, en general, no parecen estar dispuestos a modificar su comportamiento vial, lo que agrava aún más la situación. "Estamos en presencia de conductores de bajísima calidad, ante analfabetos viales, que son incapaces de cuidarse y menos de proteger a terceros", comentó el director, dejando en claro que el problema no es solo de fiscalización, sino también de educación y cultura vial.
En su análisis, fue categórico al señalar que una de las soluciones más efectivas para frenar este tipo de comportamientos es aumentar la fiscalización. Mencionó que, a pesar de que la fiscalización electrónica fue aprobada hace más de un año y medio bajo la Ley CATI (Control Automatizado de Infracciones de Tránsito), aún no se ha implementado de manera completa.
Según Escobar, la falta de una implementación adecuada de esta ley es "vergonzosa" y refleja una falta de voluntad política para reducir los accidentes y las muertes en las carreteras del país. "Es bien simple, la fiscalización representa el 70% de la solución. Chile nunca ha tenido una política de seguridad vial coherente y visible para la ciudadanía, y mientras sigamos naturalizando [estos comportamientos] continuarán falleciendo cinco chilenos al día por esta causa".
Además de la fiscalización, subrayó la necesidad de que el gobierno adopte controles serios y permanentes en el tiempo, que logren cambiar el comportamiento de aquellos conductores que se resisten a cumplir con las normativas viales. Según el experto, sin una política clara y coherente, los siniestros viales seguirán siendo una de las principales causas de muerte en el país.
La percepción del riesgo y su impacto en la seguridad vial
Otro de los hallazgos importantes del estudio es la distorsionada percepción del riesgo que tienen los automovilistas chilenos. Un sorprendente 20% de los encuestados considera que conducir bajo los efectos del alcohol no es un comportamiento grave, mientras que un 10% se manifestó favorable a conducir tras haber consumido marihuana y un 4% admitió estar dispuesto a manejar después de consumir cocaína o anfetaminas.
Este tipo de actitudes no solo son peligrosas, sino que reflejan una falta de conciencia sobre las consecuencias que estos comportamientos pueden tener en la vida de otras personas. Además, el 41% de los encuestados admitió no saber cómo actuar ante una luz amarilla del semáforo, lo que aumenta aún más el riesgo de accidentes en las intersecciones.
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